Con 19 años de edad, Rubén Pinto Gutiérrez surge como una promesa en el sector médico al haber obtenido su primer logro en materia de conocimientos en el área de las neurociencias. Estudiante del tercer semestre de la Carrera de Médico Cirujano y Partero, logró posicionarse en el primer lugar de la Olimpiada Nacional de Neurociencias 2017.
¿Cuéntanos cuál es tu interés por participar en esta Olimpiada?
--Mi interés en esta Olimpiada fue ponerme a prueba. Comprobar qué podía lograr con los pocos conocimientos que tengo sobre el tema. Por otro lado, la neurociencia me parece fascinante.
--¿A grandes rasgos cómo fue el proceso, qué tuviste que hacer
para este logro?
Navegando por la web encontré la convocatoria para este concurso y una vez que leí las bases, procedí a registrarme. Básicamente, la convocatoria decía que se iba a realizar un examen de 50 preguntas sobre neurociencias. Contábamos con mes y medio para prepararnos para el examen. En ese tiempo me dediqué a repasar todo lo que había visto durante el semestre con relación a la neuroanatomía.
Cabe destacar que Rubén ya acostumbraba a leer un poco más acerca de lo que veía en clase y procuraba ahondar en los conceptos básicos: “Me apasionaba la materia”.
--El día del examen accedí a la liga que estaba en la convocatoria, y comencé mi examen. Terminé y quedé a la espera de los resultados--.
Se destaca el tema de que es la primera vez que participa en un concurso de este tipo, por lo que es algo relevante en su carrera.
¿Cuál es el significado a nivel personal y a nivel profesional de
este premio?
--He terminado satisfecho y, de cierto modo, motivado a seguir poniéndome a prueba con nuevos retos. Me siento orgulloso de haber representado a mi escuela, una de las casas más grandes de estudios superiores del país. En el ámbito profesional, es un acercamiento a la neurociencia.
---También asistiré a un congreso sobre el tema de este concurso consciente del posible valor curricular que trae consigo esta clase de actividades y también adquiriré nuevos conocimientos que me puedan servir en mi futuro profesional---.
Respecto de nuestra Escuela Superior de Medicina, el estudiante subrayó el trabajo de una institución pública para poder ofrecer lo mejor de sí a sus alumnos a pesar de las circunstancias y la nostalgia de que nuestra ESM tuvo momentos de mayor esplendor:
---Es una de las casas de estudio más grandes y reconocidas del país, la cual se ha mantenido firme ante la adversidad y los problemas que conlleva ser una institución pública. Sin embargo, me da la impresión de que esta institución ha pasado por tiempos mejores. Por mi parte, siempre mantendré en alto el nombre de mi escuela y hablaré con orgullo de mi alma mater.
Sirva esta nota como un ejemplo para nuestros estudiantes cuya misión es lograr ser los mejores en su ámbito, razón de la fundación de instituciones de educación como nuestra ESM.
La Técnica al Servicio de la Patria
¡Huelum!
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